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DIA 17: Rompiendo Paradigmas

Verso del Dia: El odio provoca peleas, pero el amor perdona todas las faltas. - Proverbios 10:12 (DHH)

Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó, Maestra… ¿qué es el amor? 
Ella pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo: Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado. El primer alumno respondió: Yo traje esta flor… ¿no es bonita? Otro alumno dijo:- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso? 
Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio. Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. La maestra se dirigió a ella: Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar? La niña respondió: - Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté tomar ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí… 
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón. El amor es algo que se siente. 
Hay que tener sensibilidad para vivirlo.

Jesús vino a romper el paradigma del amor que debe expresarse tanto como en palabras y con acciones. Él nos enseña que el verbo amar debe complementarse con circunstanciales como: fidelidad, lealtad y respeto. Cónyuges, padres, hijos, amigos, todos debemos conjugar el verbo amar con esas expresiones concretas que lo hacen realidad.

Hay muchos paradigmas y pensamientos incorrectos respecto al amor. A veces nos concentramos más en las palabras que en las acciones y nos volvemos demasiado sentimentales.

Entonces nos ofendemos por cualquier cosa y necesitamos que nos digan constantemente cuánto nos aman. Claro que decirlo es importante, pero demostrarlo es mucho mejor.

Abre los ojos a sus expresiones de amor y decídete a amar con acciones, más que con palabras. Jesús nos ama tanto que murió por nosotros en la cruz. No dijo: “te amo”, pero lo demostró con su propia vida. Dale gracias por su amor infinito más allá de todo entendimiento. Pídele que te ayude a imitarle y amar en extremo, sin medida y con total entrega.

Dios es primero.

-Obed Ayala, Ministerio infantil (Icthus)